Sobre los huesos de los muertos de Olga Tokarczuk
Las madrugadas de invierno están hechas de acero, tienen un sabor metálico y afiladas aristas. Los miércoles a las siete de la mañana, en enero, queda muy claro que el mundo no ha sido creado para el hombre, y sobre todo no para su comodidad y placer.
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