La parábola de los talentos de Octavia E. Butler
Todo aquello que tocáis lo Cambiáis. Todo aquello que Cambiáis os Cambia a vosotros. |
La parábola de los talentos de Octavia E. Butler
Todo aquello que tocáis lo Cambiáis. Todo aquello que Cambiáis os Cambia a vosotros. |
La parábola de los talentos de Octavia E. Butler
El Destino de Semilla Terrestre es enraizar entre las estrellas, y ahí, de nuevo, crecer, aprender y volar.
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La parábola de los talentos de Octavia E. Butler
Debo crear una nueva forma de fe, una forma que pueda evolucionar hacia una nueva religión, una nueva fuerza motora que pueda ayudar a la humanidad a dedicar su enorme potencial de energía, competitividad y creatividad a hacer el inmenso trabajo de alcanzar el Destino.
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La estirpe de Lilith de Octavia E. Butler
“Lo distinto es amenazador para la mayoría de las especies —contestó Nikanj—. Lo diferente es peligroso.”
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La estirpe de Lilith de Octavia E. Butler
En su intento por destruirse a sí misma, la humanidad había convertido el mundo en algo inhabitable. Ella había estado segura de que iba a morir, a pesar de que había sobrevivido a los bombardeos sin sufrir siquiera un rasguño.
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La estirpe de Lilith de Octavia E. Butler
Cuando hayan acabado con nosotros ya no quedará ningún ser humano de verdad. Ni aquí ni en la Tierra. Acabarán lo que las bombas empezaron.
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La estirpe de Lilith de Octavia E. Butler
Había tenido tiempo de hacerse a la idea y de comprender que su lucha no sería contra alienígenas no humanos, sino contra los de su propia especie.
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La parábola del sembrador de Octavia E. Butler
El Destino de Semilla Terrestre es enraizar entre las estrellas. |
Hija de sangre y otros relatos de Octavia E. Butler
Cuando no tenía historias que leer, aprendí a inventármelas. Ahora estaba aprendiendo a dejarlas por escrito.
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Hija de sangre y otros relatos de Octavia E. Butler
El hábito te ayudará a terminar y pulir tus historias. La inspiración, no. El hábito es la perseverancia en la práctica.
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Hija de sangre y otros relatos de Octavia E. Butler
La enfermedad había jugado con ellos, llevándose, sospechaba Rye, la más valioso para cada uno.
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Hija de sangre y otros relatos de Octavia E. Butler
Supongo que es porque nos han vuelto a desplazar del centro del universo. A los seres humanos digo. A lo largo de la historia, en los mitos y hasta en la ciencia, nunca hemos dejado de colocarnos en el centro y nunca han dejado de desalojarnos.
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Hija de sangre y otros relatos de Octavia E. Butler
—¿Qué es lo que quieres, exactamente? ¿Una utopía? Porque yo no creo en las utopías. No creo que sea posible organizar una sociedad para que todo el mundo esté contento y cada cual tenga lo que quiera.
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Parentesco de Octavia E. Butler
Y yo era, probablemente, el peor guardián que podía tener: una negra cuidando de él en una sociedad que consideraba a los negros seres infrahumanos, una mujer en una sociedad que trataba a las mujeres como si fueran eternamente niñas.
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Parentesco de Octavia E. Butler
La última vez, al volver a casa, perdí un brazo. El brazo izquierdo. Perdí también un año de mi vida, aproximadamente, y buena parte de la comodidad y la seguridad que había tenido —y no había valorado— hasta entonces.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?