En la Tierra somos fugazmente grandiosos de Ocean Vuong
Con suerte, es por el final de la frase por donde podríamos empezar. Con suerte, algo se nos transfiere del pasado al hoy, otro alfabeto escrito en la sangre, en el nervio, en la neurona; los antepasados cargan a su progenie con la fuerza callada que impulsa el vuelo hacia el sur, enfilando hacia el lugar del relato del que nadie parecía destinado a sobrevivir.
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