Un arte espectral de Norman Mailer
Cuando un general en guerra dobla la rodilla para rezar, es tan probable que esté invocando a un demonio como invocando a Jesucristo. Desde luego, puede estar pensando que convoca al Señor. Sin duda, nunca se ha cruzado con la sentencia de Kierkegaard de que cuando nos sentimos más santos, podríamos estar trabajando para el demonio.
|