Estado del malestar de Nina Lykke
...estoy tan harta de la gente y de los datos y de los olores y de todas sus tonterías que, si fuera posible, me cambiaría de especie. Me operaría para convertirme en un chimpancé, para que nadie esperara de mí ningún sonido que no fuera oh-oh-oh-oh, y así me libraría por siempre jamás de estar sentada a la mesa de una cafetería y tener que hablar de cualquier cosa.
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