Alma vikinga de Nieves Hidalgo
(…) El andar decidido de Sayka era todo menos masculino. ¿Cómo era posible que pudieran habitar dentro de aquel cuerpo fibroso y esbelto dos mujeres tan distintas? Por un lado, la hija de Zollak, la Sayka joven y hermosa de busto pequeño y firme, de gestos dulces y atrayentes, sugerente y femenina ante cuya presencia cualquier varón se sentía fascinado. Por otro, la guerrera, la Sayka atrevida, contumaz y buena estratega, capaz de enfrentarse a cualquier enemigo.
|