Rivales de día, amantes de noche de Nieves Hidalgo
En esos momentos odió ser mujer. Odió las leyes que la obligaban a depender de un hombre, como si las mujeres fueran incapaces de subsistir solas. Odió tener que esperar hasta una mayoría de edad impuesta por una sociedad rancia que, sin embargo, se la concedía a los varones años antes que a la mujer. En un futuro, las cosas cambiarían, lo intuía y soñaba, pero de momento tenía que claudicar y adaptarse a las normas. ¡Que no resignarse a ellas!
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