La ciudad de los vivos de Nicola Lagioia
Hay un momento en el que profundizas en el asesinato, pero luego hay un momento posterior en el que es el asesinato el que cava en ti sin piedad, empiezas a interpretar todas las cosas en función del caso, ves por todas partes signos, coincidencias, premoniciones, te transformas sin darte cuenta en tu propio objeto de investigación. Llega un punto a partir del cual ya no eres capaz de seguir cavando, de arrojar luz, de modo que es la oscuridad, un ciego vacío pneumático, lo que se abre camino dentro de ti. Entonces es cuando tienes que girar la cabeza hacia otra parte, debes separarte del caso, aunque solo sea para albergar la esperanza de que la última pieza, la más importante, lo que aún no has podido encontrar, aparezca sin que te des cuenta.
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