Del color de la leche de Nell Leyshon
... no puedo evitarlo, porque soy como soy. mi lengua es rápida coo la lengua del gato cuando se bebe a lametones la leche del cubo.
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Del color de la leche de Nell Leyshon
... no puedo evitarlo, porque soy como soy. mi lengua es rápida coo la lengua del gato cuando se bebe a lametones la leche del cubo.
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La escuela de canto de Nell Leyshon
ahora sé lo grande que es el mundo y sé lo que hay en el mundo y tú sabes lo que hay dentro de mí una semilla y cuando tienes una semilla dentro no hay nada que puedas hacer para impedir que crezca |
La escuela de canto de Nell Leyshon
el sonido atraviesa el cristal y es un canto como nunca he oído antes es perfecto como el cristal |
La escuela de canto de Nell Leyshon
dentro de mí hay una sensación nueva dentro de mí hay algo que está cambiando |
La escuela de canto de Nell Leyshon
sabes que nosotros no vamos a la iglesia porque los hombres de la iglesia dicen te lo que tienes que pensar y dicen te lo que tienes que hacer
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La escuela de canto de Nell Leyshon
tengo una sensación tengo una sensación como si el verano el otoño el invierno llegaran a la vez tengo una sensación como si nada nunca fuera a ser igual |
Del color de la leche de Nell Leyshon
me preocupo por muy pocas cosas. si no puedo hacer nada, entonces no me preocupo. si puedo hacer algo, entonces lo arreglo y ya no tengo que seguir preocupándome más
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La escuela de canto de Nell Leyshon
Hay una cadena nunca rota de chicas y mujeres que extiéndese hacia atrás y conecta a todas las mujeres muertas y hacia adelante y conecta a todas las hijas que todavía no han nacido
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El bosque de Nell Leyshon
¿Sería distinta su vida si hubiese nacido en otro lugar, en otro momento? ¿Si hubiese esquivado la bala de la guerra? No lo sabe. Creemos que tenemos una personalidad determinada, que tenemos un auténtico yo, pero si pusiéramos o quitásemos unas cuantas décadas, unos cuantos centenares kilómetros, podríamos ser por completo distintos.
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Del color de la leche de Nell Leyshon
"me preocupo por muy pocas cosas. si no puedo hacer nada, entonces no me preocupo. si puedo hacer algo, entonces lo arreglo y ya no tengo que seguir preocupándome más”
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La escuela de canto de Nell Leyshon
La sangre es un río en mis muslos. Es el cuerpo de una mujer, un mundo. Y sé que dentro de mi tajo hay todavía más: hay otro mundo, un mundo escondido. Y sin ese mundo no hay ningún mundo |
La escuela de canto de Nell Leyshon
Tengo una voz. Es mi voz. He empezado a usarla y no voy a parar. Cuando empiezas ya no puedes parar.
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Del color de la leche de Nell Leyshon
- mary, me dijo ¿qué? - no ha cambiado nada solo porque tú te hayas ido me di la vuelta para mirarlo, quiero volver a casa - no te estás perdiendo nada sí - ¿qué? a tí |
Del color de la leche de Nell Leyshon
Encima de mi madre no se había parado ni una mosca desde el año mil setecientos noventa y dos cuando tenía una semana y una mosca entró en la habitación y se posó encima de su cuna, pero incluso fue rápida como un río y mató a aquella mosca y desde aquel día todas supieron que no debían acercarse a ella.
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Del color de la leche de Nell Leyshon
¿alguna vez te pones triste? le pregunté no me dura mucho tiempo a mí tampoco, le dije, a veces me tengo que recordar a mí misma que estoy triste por algo, si no, me pongo contenta otra vez. |
Del color de la leche de Nell Leyshon
me daba miedo dormir por si me despertaba tarde y ya había amanecido el nuevo día y me lo perdía.
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Del color de la leche de Nell Leyshon
sabes, me dijo, cuando tienes un bebé te parece que toda tu vida es ese niño y nunca te imaginas que van a crecer y que no te van a necesitar más y que van a querer irse. no se puede evitar que crezcan, dije yo. ya lo sé. pero no puedes imaginarte cómo es. lo dejas todo para cuidarlos y para protegerlos y después se van. es como si te consumieran para conseguir su propia vida |
La escuela de canto de Nell Leyshon
Es mi voz. He empezado a usarla y no voy a parar. Cuando empiezas ya no puedes parar. Tú también tienes una voz, Agnes, y yo quiero que tú uses tu voz. |
La escuela de canto de Nell Leyshon
Y esto, Agnes, es lo que veo: Mis dos piernas son tan fuertes como dos árboles y mis pechos son tan libres y tan altos como las colinas que hay en casa. Debajo de mis brazos y entre mis piernas hay un pelo que parece una arboleda. La sangre es un río en mis muslos. Es el cuerpo de una mujer. Soy un paisaje, un mundo. Y sé que dentro de mi tajo hay todavía más: hay otro mundo, un mundo escondido. Y sin ese mundo no hay ningún mundo. |
La guerra del fin...