La era del diamante de Neal Stephenson
Que de vez en cuando violemos nuestro propio código moral no implica que no seamos sinceros en la adopción de ese código.
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La era del diamante de Neal Stephenson
Que de vez en cuando violemos nuestro propio código moral no implica que no seamos sinceros en la adopción de ese código.
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La era del diamante de Neal Stephenson
la diferencia entre personas ignorantes y educadas es que estos últimos conocen más hechos. Pero eso no tiene nada que ver con que sean estúpidos o inteligentes. La diferencia entre personas estúpidas e inteligentes, y esto es cierto ya sea que estén o no bien educados, es que las personas inteligentes pueden manejar la sutileza. No quedan desconcertados por situaciones ambiguas o incluso contradictorias; de hecho, las esperan y tienden a sospechar cuando las cosas parecen demasiado simples.
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La era del diamante de Neal Stephenson
La diferencia entre las personas estúpidas e inteligentes, y esto es cierto tanto si están bien educados como si no, es que las personas inteligentes pueden manejar la sutileza.
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La era del diamante de Neal Stephenson
Tenía algo de esa enervante característica que hace que un joven se convierta en no conformista por gusto y descubrió que la forma más segura de escandalizar a la mayoría de la gente en esa época, en aquel tiempo, era creer que algunos comportamientos eran malos y otros buenos, y que era razonable vivir la vida de esa forma.
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La era del diamante de Neal Stephenson
Le gustaba la trascendencia a plena vista donde podía verla -digamos, en una hermosa vidriera decorada- no entremezclada en la estructura de la vida como los hilos de oro en un brocado.
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La era del diamante de Neal Stephenson
La sociedad se sostiene finalmente sobre cualidades morales. Toda la prosperidad y sofisticación tecnológica del mundo no es nada sin esa base
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La era del diamante de Neal Stephenson
Virtualmente todos los discursos políticos en los días de mi juventud se dedicaban a cazar a los hipócritas.
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La era del diamante de Neal Stephenson
Sólo los sabios de la clase superior y los estúpidos de las clases bajas no pueden cambiar.
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La era del diamante de Neal Stephenson
Lo creen -dijo el condestable- porque se les ha adoctrinado para creerlo.
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CRIPTONOMICON I. EL CODIGO ENIGMA de Neal Stephenson
-Cuanto tiempo quieres que sean secretos los mensajes? cinco, diez, veinticinco años? -Quiero que sigan siendo secretos mientras los hombres sean capaces del mal |
¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?