Siega de Neal Shusterman
Pero ¿a quién pueden rezar los inmortales? Aunque no tengo respuesta a esa pregunta, alzo mi voz al vacío con la esperanza de que llegue más allá de la distancia y más profundo que mi propia alma. Pido consejo y valor. Y suplico (ay, cómo suplico) no volverme nunca tan insensible a la muerte que reparto como para que me parezca normal. Ordinaria.
|