La letra escarlata de Nathaniel Hawthorne
Pero, de nuevo, el que solo conoce el mal exterior y físico sabe a menudo solo la mitad del mal que se le pide que cure. Una enfermedad del cuerpo, a la que miramos como un todo y entera en sí misma, puede ser, después de todo, solo un síntoma de una enfermedad del espíritu.
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