Un canalla encantador de Natalia Olmedo
Tenía ojos en la cara, maldita sea, el instinto lo tenemos todos, hombres y mujeres.
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Un canalla encantador de Natalia Olmedo
Tenía ojos en la cara, maldita sea, el instinto lo tenemos todos, hombres y mujeres.
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Un canalla encantador de Natalia Olmedo
El nuevo huésped olía a peligro desde lejos. Olía a fuego y miedo al mismo tiempo. Olía a esos hombres que tienen el poder de volverte loca con tan solo gesto, una caída de pestañas, un beso cálido en los labios.
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Pintando estrellas de Natalia Olmedo
Y cuando lo tuve frente a mí después de todo ese tiempo, supe con mayor certeza que no amaría a nadie como lo amaba a él; no importaba que no estuviéramos juntos, hay personas que nunca se olvidan.
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Un prometido por Navidad de Natalia Olmedo
La Navidad puede traer sorpresas maravillosas con su magia y su nieve, y ahora sé que nunca hay que subestimarla.
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Pintando estrellas de Natalia Olmedo
Los abrazos tienen dos misiones en la vida: recomponerte o terminar de partirte en dos, haciendo que te sientas segura durante unos instantes y saques todo lo que te queda dentro.
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El chico perfecto de Natalia Olmedo
Y así, entre risas y siluetas danzantes, descubrí que la verdadera grandeza a menudo reside en la capacidad de apreciar lo extraordinario en las cosas más simples.
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Un prometido por Navidad de Natalia Olmedo
Un hermano es el primer amigo que tenemos. Y uno de los de verdad, no de esos que con el tiempo se alejan y la relación se desvanece.
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Roberto, llévame al huerto de Natalia Olmedo
“Si tienes que romper, rómpete, pero para reconstruirte de nuevo y hacer una versión más fuerte. Levántate. No importan las piedras que llenan la mochila que llevas a tu espalda. Mueve las piernas, coge fuerza, y date un impulso. Levanta tu peso y el que venga. No llores. O, bueno, qué coño… llora si lo necesitas. Las lágrimas te llenarán de coraje y rebeldía para recoger los pedazos del suelo, tus pedazos. Cógelos y envuélvelos con lo que tengas más a mano, aunque sea tu propia piel. Y reconstrúyelos de nuevo, reconstrúyete a ti. Porque, ¿sabes una cosa? Te lo mereces y te lo debes. Y, acuérdate, algún día, alguien te querrá tanto que le dará igual romperse contigo”
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Pintando estrellas de Natalia Olmedo
—Pero ¿qué somos? —¿Sueles poner etiquetas a todo? —me preguntó. —Me es indiferente. Pero quiero saber qué soy para ti. Me miró y el cielo ya no tuvo el privilegio de estar observado por sus ojos. Acarició mi mejilla. —Más de lo que imaginaba. |
El chico perfecto de Natalia Olmedo
Las relaciones no deberían ser cadenas que aten a los individuos, sino alas que les permitan volar sin miedo a perderse.
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Gregorio Samsa es un ...