Campo de peras de Nana Ekvtimishivili
Los alumnos nuevos se convirtieron en una rareza, por la escasez. Era como si los padres se hubieran vuelto amables de repente y ya no pensaran en regalar a sus hijos. O quizá hubieran abierto centros mejores donde la gente entregaba encantada a sus vástagos. Tal vez habían dejado de nacer niños retrasados.
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