¿Te gusta el látex, cielo? de Nadia Villafuerte
El show comienza a las once, sentenció el guardia. Soy hermano de Yésira, dijo, ¿Cuál Yésira? Mostró la foto. Los dos hombres de la entrada lo miraron con piedad. Una piedad de instante. Pásate pues. Se sentó hasta el fondo, hundido en esa mezcla de confusión que lo invadía desde que bajó del bus. Era desolador el vacío. Un burdel no es sino espejo.
|