La quinta estación de N.K. Jemisin
Empecemos por el fin del mundo. ¿Por qué no? Superémoslo y pasemos a cosas más interesantes.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
Empecemos por el fin del mundo. ¿Por qué no? Superémoslo y pasemos a cosas más interesantes.
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El portal de los obeliscos de N.K. Jemisin
No eres nada. No, eres la muerte. Y has matado a otra persona a la que querías.
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El portal de los obeliscos de N.K. Jemisin
¿Se sentirá mal en caso de hacerle daño por amor? Si le hace mucho daño ahora para que sufra menos a la larga, ¿la convierte eso en una persona horrible? [...] ¿No es ese el verdadero significado del amor?
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El portal de los obeliscos de N.K. Jemisin
Sabe que es absurdo. Que el amor no sirve de vacuna contra el asesinato. Pero necesita creer, que en este caso, sí lo es.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
Para un niño, es mejor no haber existido que vivir como un esclavo. Es mejor la muerte.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
—No puedes mejorar las cosas —dice con voz apesadumbrada—. El mundo es lo que es. No hay manera de cambiarlo a menos que lo destruyas y vuelvas a empezar de cero.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
Quizá te parezca mal que me centre tanto en las cosas malas y el dolor; pero, al fin y al cabo, esas son las cosas que nos convierten en lo que somos. Nacemos del calor y de la presión. El movimiento incesante es el que nos muele. Si nos quedamos quietos es que no estamos vivos.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
[...] con la paciencia característica que merece alguien que está siendo muy estúpido, pero no merece que se lo digas a la cara porque ha tenido un mal día
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La quinta estación de N.K. Jemisin
[...] ningún misterio ni leyenda es comparable a la infinitésima posibilidad de que haya un atisbo de esperanza.
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La quinta estación de N.K. Jemisin
Amarte me da seguridad. No puedes fallarme. No puedes morir. Y sé de antemano qué precio hay que pagar.
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La ciudad que nos unió de N.K. Jemisin
Quienes afirman que cambiar es imposible suelen ser los mismos que no quieren que las cosas cambien
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El cielo de piedra de N.K. Jemisin
Nos quedamos sin tiempo, mi amor. Terminemos con el final del mundo, ¿te parece? Sí. Vamos allá.
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El cielo de piedra de N.K. Jemisin
-Porque, al fin y al cabo, el mundo también se limitó a quitártelo todo una y otra vez
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El portal de los obeliscos de N.K. Jemisin
Para aquellos a los que no les queda otra opción que preparar a sus hijos para la batalla
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El cielo de piedra de N.K. Jemisin
Estáis bien. Y, aunque no lo estéis, estáis vivos. Consideradlo una victoria |
La ciudad que nació grandiosa y otros relatos de N.K. Jemisin
Tal vez ahora al fin seas capaz de imaginar un mundo en el que la gente ha aprendido a amar, igual que en nuestro mundo se ha aprendido a odiar.
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La ciudad que nació grandiosa y otros relatos de N.K. Jemisin
Hace mucho tiempo, nuestros ancestros miraban al cielo y veían dioses. Sus ancestros solo veían estrellas. Al final, solo la tierra conoce la verdad.
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La ciudad que nació grandiosa y otros relatos de N.K. Jemisin
La humanidad había descubierto una verdad cruel tras años de exploración espacial: lo que de verdad escaseaba en el universo no era la vida, sino la conciencia.
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La edad de la inocencia