La esperada lluvia de Myriam Imedio
Y cuanto más hablábamos, más nos entendíamos. Pocos días y muchas conversaciones bastaron para que naciera una bonita y atípica amistad entre dos personas que no se habían visto. No hay nada más íntimo que desnudarse con la ropa puesta. Nada. Y eso hicimos casi sin darnos cuenta. Desnudarnos.
|