Mi error fue buscarte en otros brazos: Serie Mi error 2 de Moruena Estríngana
Me acerco un poco a él y extiendo mi mano temblorosa para posarla en su brazo pero, cuando estoy casi llegando, la detengo en el aire a mitad de camino. Adair entonces levanta la suya y sus dedos me acarician con delicadeza. Me dejo hacer; me encantaría poder agarrar esa mano, pero finalmente retiro la mía. —Mi error fue buscarte en otros brazos —admito con tristeza. El peso de esa verdad cae sobre nosotros y sé que a él le duele tanto como a mí. |