El escalón de hojalata de Mónica de Cristóbal Álvarez
Con siete años sí recuerdo que uno de otra clase me llamó enano. Y otro llamó negro al negro de Roxani. La verdad es que negro es. Pero, claro, él no quiere que se le diferencie por eso. No quiere que le señalen por el color de su piel. Le pasa como a mí. No quiero que me miren por mi estatura y si me miran, porque yo sé que llamo la atención, que lo hagan con respeto. Si me quieren preguntar, adelante, que me pregunten con educación que yo les voy a explicar todo encantado de la vida. Pero que no se burlen, que no señalen, que no se rían, que no se den codazos. Los codazos siempre los vemos por el rabillo del ojo. |