La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Había algo mágico (...) en imaginar que la eternidad era justo eso, la compañía callada de la literatura en una librería cerrada
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Había algo mágico (...) en imaginar que la eternidad era justo eso, la compañía callada de la literatura en una librería cerrada
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Pocas ciudades son tan hermosas como Londres en Navidad bajo una capa de nieve.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Resultaba extraño acompasar el movimiento al de otra persona cuando se llevaba tanto tiempo caminando en solitario.
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Club de lectura para corazones despistados de Mónica Gutiérrez
Era cosa de los seres humanos complicar todas las historias, quizás sólo así lograban convertirlas en literatura.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Somos nuestro pasado. Pero también somos el compendio de un millón de aportaciones del otro, porque nadie es impermeable; y que todos esos pequeños añadidos constituyan una galaxia de buenas y enriquecedoras i intenciones depende de quién nos acompañe en el camino.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
(…) yo creo que lo único perfecto es el principio de una historia de amor, el momento en que los dos os miráis a los ojos y comprendéis que la búsqueda ha llegado a su fin porque ya os habéis encontrado. El final de la espera, cuando todo se resuelve.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Pero, quizás, si se atrevía a verbalizar sus más alocados deseos, encontraría el coraje necesario para luchar por ellos.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
La mayoría de las personas no son interesantes, son mezquinas. Tu señor Livingstone empezó a pensar cosas como esa y mira cómo ha acabado. —¿Cómo? —Viviendo a través de los libros. —Entonces tiene la mejor de las vidas. |
Todos los veranos del mundo de Mónica Gutiérrez
En Serralles el ritmo de la vida se ralentiza y se ennoblece, la luz se vuelve dorada y nuestros vecinos devienen amigos con los que salir a tomar un helado o sentarse en las terrazas de los soportales con un bocadillo de beicon y queso caliente y una cerveza fría.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Como buen librero, su mundo era su librería; su Estado, la lectura y su Constitución, el índice alfabético de títulos y autores que había informatizado hacía unos años pese a que era capaz de encontrar de memoria cualquier ejemplar.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Había algo de mágico en compartir un gran pedazo de bizcocho de mantequilla y una taza de chocolate bajo la clarividente claraboya; en sentarse en el suelo de madera, noctámbulos sobre lo sacos de dormir, y escuchar el silencio de los centenares de libros alrededor; en imaginar que la eternidad era justo eso, la compañía callada de la literatura en una librería cerrada, la expectación infinita de esos volúmenes silentes bajo la noche estrellada.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Los clientes habituales del señor Livingstone, el té de la tarde con Oliver, las lecturas en el rincón de los románticos, la callada presencial del escritor residente bajo la lamparilla azul, las frecuentes visitas de Sioban... Todo formaba parte ahora de su pequeña vida londinense, diminutos gestos y rutinas cotidianas.
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Club de lectura para corazones despistados de Mónica Gutiérrez
Hay una epidemia de gente que no escucha
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Sueño de una noche de teatro de Mónica Gutiérrez
La vida no era tan mala después de todo si uno tenía a alguien con quien tomarse un respiro.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Todos los seres humanos necesitan alguna vez creer en la bondad de sus destinos.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Después de un siglo viviendo tras las murallas y el foso, temo ser incapaz de abrirme a nadie. Y, en el caso de que eso sucediera, me asusta la devastación que pudiera dejar a su paso.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
Había empezado a comprender que la felicidad surge de los brotes más pequeños e inesperados. Y se preguntaba si era posible que todas las cosas buenas de la vida cupiesen en una librería.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
“En este mundo hay libros que siempre se leen con el entusiasmo y la ilusión de la primera vez”.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
(...) Somo muchas cosas, Agnes. La complejidad del ser humano es casi infinita. No puedes andar por la vida repitiéndote que no eres más que una arqueóloga porque entonces el resto de lo que hagas o sientas no te supondrán más que rutina y tristeza.
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La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez
—me confesó que estaba a punto de sacar a las librerías una novela tan aburrida que a todo el que la leyese le entrarían ganas de suicidarse. —¿Y por qué la quería publicar? 𠅎s ecologista. |
Gregorio Samsa es un ...