Todos los veranos del mundo de Mónica Gutiérrez
Te he querido siempre —pronuncia con voz ronca—. Lo sabes, ¿verdad? Me he condenado a esta vida sin ti, convencido de que acabaría olvidándote. Sin ponerme en contacto contigo, huyendo del pueblo cada vez que intuía que tú estabas. Con miedo de encontrarte al girar una esquina de piedra y descubrirte feliz de la mano de otro. Porque pensaba que era demasiado tarde y porque te conocí demasiado pronto.
|