Ella en la otra orilla de Mitsuyo Kakuta
A partir del tercer trimestre del segundo curso, prácticamente dejó de ir a clase. No odiaba a las compañeras que se burlaban de ella, se limitó a culparse a sí misma. No podía entender lo que pasaba. «Hay algo en mí que irrita a los demás y hace que me ignoren", se repetía sin cesar.
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