El fuego en el que ardo de Mike Lightwood
Lo bueno de llorar en estas ocasiones es que, cuando terminas, te sientes mucho mejor que antes. Lo malo es que se trata de un proceso doloroso. A veces pienso en ello como en el proceso de extraer el veneno de la picadura de una serpiente. (...) El problema es que cuando estás rodeado de serpientes, ni todas las lágrimas del mundo son suficientes para extraer su veneno. |