Biónico de Mike Lightwood
Pero me doy cuenta de que mis piernas no están tan dormidas como había creído, pues ahora que vuelvo a estar en la cama noto la zona del golpe bastante dolorida. Por alguna razón eso me alivia un poco en lugar de molestarme. En cierto modo el dolor me recuerda que, a pesar de todo el acero de mi cuerpo, sigo siendo humano. Es el único alivio que me queda después de lo que ha pasado, como si fuera una chispa de esperanza a la que pudiera aferrarme.
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