Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
Y Carmen experimentaba una oronda vanidad del muerto, como si lo hubiese fabricado con sus propias manos. Como Mario, ninguno; era su muerto, ella misma lo había manufacturado.
|
Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
Y Carmen experimentaba una oronda vanidad del muerto, como si lo hubiese fabricado con sus propias manos. Como Mario, ninguno; era su muerto, ella misma lo había manufacturado.
|