Señora de rojo sobre fondo gris de Miguel Delibes
Algunas mañanas no la veo, únicamente la oigo, la siento acercarse por detrás, haciendo crujir las tablas de roble como sólo su peso podría hacerlas crujir. Entonces intuyo que me acompaña aunque no la vea. Es claro que son visiones producidas por el alcohol, pero me valen: ya no puedo vivir sin esas visiones.
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