Maloca, Maloca: Una pediatra en la Amazonia de Michela Sonego
¡Ay, estos yanomamis! Tienen miedo de la oscuridad pero castigan a sus mujeres con tizones incandescentes, abrazan con ternura a sus hijos y matan a los neonatos no deseados, lloran de nostalgia por sus parientes y no dudan en golpear a quien es más débil. No son buenos, no son malos, solo están más cerca que nosotros de la naturaleza. Y la naturaleza no es ni buena ni mala. La naturaleza es bella y al mismo tiempo brutal, dulce y violenta a la vez; hace brotar la vida en todas sus formas y un momento después, siembra la destrucción y la muerte.
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