El último tren a la libertad de Meg Waite Clayton
Era sorprendente lo bien organizado que estaba todo aquello, cuántas banderas, latas de pintura, brazaletes y globos —¡globos!— habían aparecido en Viena de un día para otro, para celebrar aquel momento que los alemanes querían que el mundo viera como un levantamiento espontáneo desde dentro de Austria.
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