Diario de una soledad de May Sarton
Muchas veces he pensado que, si prolongara indefinidamente este solitario confinamiento, y supiera que nadie iba a leer cuanto he escrito, seguiría escribiendo poesía, pero ya no escribiría novelas. ¿Por qué? Quizá porque el poema es, de una forma primigenia, un diálogo con el yo, mientras que la novela es un diálogo con otros. Ambos proceden de formas de ser completamente distintas. Supongo que he escrito novelas para averiguar qué pensaba acerca de algo, y he escrito poemas para averiguar qué sentía acerca de algo.
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