Campo Celis de Mauricio Magdaleno
Cincuenta años de duro trabajar —del alba todavía sin sol, al crepúsculo de la noche— sobre la tierra del Campo, no habían rendido las energías de Bernardo Celis. De duro trabajar, y de trabajar en todo, desde peón, barbechando la sementera, en víspera de la primera agua del temporal, hasta caporal y después mediero de la propiedad de don Santos; pero siempre como una bestia, sin un día para echarse a descansar, ni siquiera en las fiestas de guardar.
|