Bello texto conmovedoro donde la voz de Mathias Enard se mezcla a la de los poetos y escritores rusos y a la prosa del Transiberiano de Blaise Cendrars. Mathias Enard, al ritmo del tren que lo aleja hacia Novosibirsk donde acompaña a los restos mortales de Vladimir su amigo , nos canta la ballada de tres amigos : Mathias, Jeanne y Volodine-Vladimir. Va a despedirse de todo lo que fue su vida algunos años antes ; años halucinados donde el dolor no puedo aliviarse, ahogandola en droga y alcohol. Se remontan los recuerdos, obsesionantes. Mathias volve a vivir también los locos y dolorosos momentos donde amor, amistad y celosia se mezclán entre sì. Porque, dice : « … muñecas rusas, como nosotros tres, tres matriocki encajadas una a la otra. Se han separado, yo era la más pequeña, yo era la más pequeña, Vladimir, me aprovechaba de vuestro calor, del de ambos, en esa cavidad de amistad olvidaba mi vacío interior … Ese texto empuja al lector por su profunda intensidad. Tiene un poder hipnótico como « los vagabundeos de ese tren que danza como un oso sobre sus traversaños. » + Leer más |