La otra R de Raquel de Mary Shepherd
(…) ¿Cómo lo hacía? En un momento estaba ahí, dura, fuerte y dispuesta a mantenerse firme y al momento siguiente él decía algo, la tocaba con suavidad, la miraba fijamente y ella se derretía. Rompía sus esquemas, hacía saltar sus defensas. Tenía miedo, mucho, por primera vez en siete años sentía algo más, sentía despertar su cuerpo, su corazón y tuvo que reconocer que sí, que estaba asustada. Un temblor la recorrió de arriba abajo y una solitaria lágrima cayó de su ojo, tenía miedo a vivir, a sentir, a perder.
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