La otra R de Raquel de Mary Shepherd
Se sentía fascinado con ella, demasiado y aquello podía ser peligroso, sobre todo para sus testículos. Le gustaba demasiado Raquel, le encantaba su humor, la forma de hablar moviendo las manos, su sonrisa, su mirada, ese pelo negro y espeso, ese cuerpo delgado pero lleno de curvas impresionantes… ¡estaba bien jodido! Porque estaba entusiasmándose demasiado con ella.
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