Esto es placer de Mary Gaitskill
Era todo muy estresante, pero no lo bastante como para justificar cómo me sentía: como si se hubiera abierto una trampilla y hubiera caído por ella a un caos hirviente, agarrándome a unos asideros que se desprendían en cuanto me cogía de ellos, precipitándome y transformándome al caer en algo irracional, en un simple recipiente de miedo y dolor.
|