La proposición de Mary Balogh
A la gente, sobre todo a la que es muy religiosa, le gustaría que creyéramos que quererse a uno mismo está mal, que incluso es un pecado. Pero no lo es. Es el amor más básico y esencial. Si no te quieres a ti misma, es imposible que quieras a nadie más. No del todo y por completo.
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