La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey de Mary Ann Shaffer
Me encanta ir a las librerías y conocer a los libreros; están hechos de una pasta especial. Nadie en su sano juicio aceptaría trabajar de dependiente en una librería con el sueldo que se cobra, y nadie en su sano juicio querría ser el propietario de una de ellas, porque el margen de beneficios es demasiado pequeño. Así que tiene que ser el amor por los lectores y por la lectura lo que los empuja a hacerlo, junto con la posibilidad de ser los primeros en ojear las novedades.
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