El librero de París y la princesa rusa de Mary Ann Clark Bremer
Tengo aún la sensación de que aquel tiempo se ha expandido dentro de mis pensamientos y ocupa mucho más de lo que ocupó en tiempo real y en mi vida real de aquel entonces.
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El librero de París y la princesa rusa de Mary Ann Clark Bremer
Tengo aún la sensación de que aquel tiempo se ha expandido dentro de mis pensamientos y ocupa mucho más de lo que ocupó en tiempo real y en mi vida real de aquel entonces.
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El librero de París y la princesa rusa de Mary Ann Clark Bremer
Sobre aquel amor correspondido, pero en silencio, no puedo escribirlo todo, obligada por mi promesa, como ya dije antes, pero sí puedo describir el volumen que depositó el Librero en las manos extendidas, como convocadas por los ojos de aquél, de la Princesa.
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Una biblioteca de verano de Mary Ann Clark Bremer
Era brillante, inteligentísima, muy hermosa. Su voz seducía a hombres, mujeres y animales: traía calma en los momentos de pesar. Sabía hacer que te sintieras bien con dos frases; sabía hacer que te sintieras mal con una sola frase
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Una biblioteca de verano de Mary Ann Clark Bremer
Aquellos monstruos simpáticos de la imaginación - la de quien los creó, la mía - recordaban a los de Alicia en el País de las Maravillas y reclamaban mi complicidad total; anhelaban, como yo, una pura fiesta para los sentidos
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Una biblioteca de verano de Mary Ann Clark Bremer
Muchas de aquellas hermosas ediciones estaban firmadas y anotadas por sus autores: me volví una coleccionista voraz -serían nuestro patrimonio cuando no nos quedara ni una moneda.
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Los antepasados de Mary Ann Clark Bremer
Cuando llegas hasta la edad que ya he cumplido, el pasado es la suma de los muertos y la suma de los errores cometidos.
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Los antepasados de Mary Ann Clark Bremer
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga completamente el bien y nunca peque.
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Una biblioteca de verano de Mary Ann Clark Bremer
Cada nuevo libro me producía un placer mayor, ya no había una paciencia en la lectura. Me demoraba cuánto quería. Aprendí a elegir el momento que cada libro necesitaba.
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Una biblioteca de verano de Mary Ann Clark Bremer
Los libros eran la vida y podía recrearlos mientras caminaba, aún lejos de ellos.
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¿Quién mata al elfo Dobby?