La hija del coronel de Martín Casariego
UN AMOR ASIMÉTRICO. Ella valía mucho más que yo. Yo era muy pobre, casi un mendigo, y cuando ella me besaba mis ojos permanecían muy abiertos y se llenaban de angustia: esperaban, durante cada beso, que apareciera el cobrador más inflexible, el cobrador más justiciero. Pe Cas Cor |