El olor de las flores secas de Marta Yanci
Aquella vez no había quedado perfecto. Había arriesgado demasiado y tenía que marcharse deprisa. Anduvo todo lo rápido que pudo sin llamar la atención, porque a esas horas aún había bastante gente por la calle. Con las prisas, no notó que algo se le caía del bolsillo.
|