Tierras de niebla y miel de Marta Abelló
Decidió marcharse el día del eclipse, bajo el influjo de la luna roja. Compró un nombre falso, fingió su muerte y con el miedo en las entrañas huyó de Nueva Orleans. A sus veintitrés años y quebrando su destino, Martina de Icaza regresaba a Cádiz.
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