Historietas, cuentos y fábulas de Marqués de Sade
La esperanza, ese sentimiento consolador que surge siempre en medio de los sufrimientos, don divino que la naturaleza nos ofrece para compensarlos o atemperarlos.
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Historietas, cuentos y fábulas de Marqués de Sade
La esperanza, ese sentimiento consolador que surge siempre en medio de los sufrimientos, don divino que la naturaleza nos ofrece para compensarlos o atemperarlos.
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Historietas, cuentos y fábulas de Marqués de Sade
Las cadenas nunca sirven para nada; en tales casos se guarda silencio, no se priva a los inculpados de su sangre y de su dignidad; esos procedimientos odiosos (la tortura) son mucho más deshonrosos para quienes los ponen en práctica que para sus víctimas; se hacen acreedores a su rencor, provocan un escándalo y nada se ha reparado.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Hemos creído que la naturaleza perecería si nuestra maravillosa especie llegase a desaparecer del globo; siendo por el contrario, que la total destrucción de esta especie devolvería a la naturaleza la facultad creadora que ella nos ha cedido, y le volvería a conferir una energía que al propagarnos le quitamos.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
La naturaleza al crear a los hombres quiso diferenciar sus gustos tanto como sus rostros, y si no hemos de asombrarnos por la diversidad que ha puesto en nuestros rasgos tampoco hemos de hacerlo por la que ha puesto en nuestras preferencias.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Toda ley humana contraria a las de la naturaleza sólo merece ser despreciada.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Aprovecha la época más feliz de tu vida: ¡demasiado cortos son los felices años de nuestros placeres! Si tuviéramos la inmensa dicha de haberlos disfrutado, deliciosos recuerdos vendrán a consolarnos, a entretenernos cuando ya estemos viejas. Si en cambio los perdiésemos, amargos reproches, terribles remordimientos nos desgarrarán y se agregarán a los tormentos de la edad para sembrar lágrimas y espinas en la funesta proximidad del ataúd...
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Mientras no cambien las leyes, usemos algunos velos; la opinión nos lo impone; pero desquitémonos en silencio por esta castidad cruel que estamos obligados a mantener en público.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Ninguna acción, por singular que podáis imaginarla, es verdaderamente criminal, de ninguna tampoco puede decirse que sea realmente virtuosa.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
No te engañes: la beneficencia es más un vicio de orgullo que una verdadera virtud del alma.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Se instituyen extraños ritos con el nombre de sacramentos; el más indigno y abominable es aquel mediante el cual un sacerdote, manchado de crímenes, detenta sin embargo, en virtud de algunas palabras mágicas, el poder de lograr que Dios se aloje en un trozo de pan.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
¡Ah, renuncia a las virtudes, Eugenia! ¿Acaso hay algún sacrificio a esas falsas divinidades que equivalga a un minuto de los placeres que depara el ultrajarlas? Bah, la virtud no es más que una quimera cuyo culto sólo consiste en perpetuas inmolaciones, en incontables rebeliones contra las inspiraciones del temperamento. ¿Pueden ser naturales tales movimientos? ¿Puede la naturaleza aconsejar un comportamiento que la ofende?
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Plugo a la naturaleza que sólo podamos llegar al placer a través de las penas.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
El caballero: ¡Tus recursos son horrorosos! Mme. de Saint-Age: Así han de ser para que sean seguros. |
La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
En realidad, prefiero las mujeres y sólo me entrego a esos gustos raros cuando un hombre amable me apremia. En tales casos no hay nada que no haga. Lejos de mí ese ridículo orgullo que hace creer a nuestros jóvenes mequetrefes que hay que contestar con bastonazos a tales proposiciones. ¿Acaso es el hombre dueño de sus gustos?
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Soy un animal anfibio; todo me gusta, me divierte todo, quiero reunir todos los géneros.
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La filosofía en el tocador de Marqués de Sade
Muchachas contenidas demasiado tiempo por las ligaduras absurdas y peligrosas de una virtud quimérica y de una religión repugnante, imitad a la ardiente Eugenia; destruid, pisotead, tan rápido como ella, todos los preceptos ridículos inculcados por padres imbéciles.
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Filosofia en el tocador de Marqués de Sade
Todos los extravíos de vuestro espíritu serán redimidos por una buena obra.
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La filosofía del tocador - Colección Planeta Maldito de Marqués de Sade
¡Hombre divino!... ¡Os adoro!... ¡Qué espíritu y qué valor hay que tener para haber gustado como vos todos los placeres! Sólo al hombre de genio le está reservado el honor de romper todos los frenos de la ignorancia y de la estupidez.
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La filosofía del tocador - Colección Club Diógenes de Marqués de Sade
[...] la crueldad, lejos de ser un vicio, es el primer sentimiento que imprime en nosotros la naturaleza.
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La filosofía del tocador - Colección Planeta Maldito de Marqués de Sade
La imaginación es el aguijón de los placeres; en los de esta especie, lo regula todo, es el móvil de todo; ahora bien, ¿no se goza por ella? ¿No es de ella de la que proceden las voluptuosidades más excitantes?
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¿Cuál es el desayuno favorito de Eleven?