La filosofía del tocador - Colección Club Diógenes de Marqués de Sade
[...] os falta experiencia; espero a que ella os haya madurado; entonces, querido mío, no hablaréis tan bien de los hombres, porque los habréis conocido. Fue su ingratitud lo que secó mi corazón, su perfidia lo que destruyó en mí esas virtudes funestas para las que, como vos, acaso había nacido.
|