Los diarios de Adán y Eva de Mark Twain
. . . ¡Anoche devolvieron la luna a su lugar, y estoy tan feliz! Pienso que es muy honesto por su parte. La luna se deslizó y volvió a desaparecer,pero ya no estoy afligida; no hay necesidad de preocuparse cuando uno tiene ese tipo de vecinos; la devolverán.
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