Los diarios de Adán y Eva de Mark Twain
Me vi obligado a comerlas, ¡tenía tanta hambre! Era en contra de mis principios, pero me di cuenta que los principios no tienen fuerza real a no ser que uno esté bien alimentado.
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Los diarios de Adán y Eva de Mark Twain
Me vi obligado a comerlas, ¡tenía tanta hambre! Era en contra de mis principios, pero me di cuenta que los principios no tienen fuerza real a no ser que uno esté bien alimentado.
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