Príncipe del mal de Mark Lawrence
-No tendríamos que llevarnos a este hombre de Nuba en misión diplomática, príncipe. O a ningún otro -susurró Gomst mientras caminábamos-. ¿Sabíais que beben la sangre de los sacerdotes cristianos para obrar sus hechizos? -¿De verdad? -Creo que ese fue el primer comentario interesante que hizo Gomst-. Porque algo de magia no me vendría mal. -Es una superstición, mi príncipe. -El sacerdote palideció-. Con todo y con eso, si lo quemaras en la hoguera el Señor nos bendeciría tanto a nosotros como a nuestra empresa -dijo al cabo de unos pasos más. |