Y por fin termine la saga de crónicas lunares, la cual empecé ya hace muchos años. Sé que hay un quinto libro que es una recopilación de cuentos cortos a modo de secuelas y precuelas de esta historia, pero por lo que estoy leyendo por Internet no aporta nada a la saga, así que aún no sé si en algún momento voy a tener ganas para leerlo o no. Depende de cómo me dé la venada. Pero centrándonos en lo que ha sido “Winter”, debo decir que este libro me ha encantado. En otras reseñas comentaban que aunque estaba bien, no estaba a la altura de “Cress”, pero sinceramente entre estos dos libros no sé con cuál me quedaría. “Winter” Me ha parecido un cierre más que satisfactorio. No me lo hubiera esperado cuando leí por primera vez hace unos años “Cinder”, pero he finiquitado esta historia con un nudo en el estómago y sintiendo mucha añoranza por sus personajes, a los cuales me ha resultado imposible no poder coger cariño.
Me ha parecido un final más que meritorio para esta historia, lleno de muy buenos momentos y con un ritmo que se ha mantenido frenético y estable a lo largo de toda la lectura. Es cierto que, al igual que sus predecesores, el libro ha pecado de todos los clichés y tópicos habidos y por haber en la literatura juvenil, y que, realmente, no me he encontrado con muchas sorpresas a lo largo de esta lectura, el final feliz y ordenado que hemos visto, con los villanos derrotados, los buenos ganando y cada parejita prácticamente ya establecida y con su consabido “ y fueron felices para siempre”, era más que previsible. Pero hay que reconocer que la autora ha sabido llevar muy bien su historia hasta este final. En todos los capítulos siempre pasaba algo que lograba captar la atención del lector, la trama no ha parado de girar y de complicarse y han pasado muchas cosas y no habido momento alguno para el descanso o para el relax hasta las últimas páginas. Hubiera sido muy fácil perderse en todo esto, pero Meyer ha sabido llevar muy bien todos los giros y los muchísimos acontecimientos narrados contándolo todo de una manera sencilla y ágil .Para llegar a este óptimo resultado ha tenido mucho que ver su estilo directo, llano y sencillo, la forma en que no se enfocaba demasiado en los detalles y en las descripciones. Eso ha permitido al lector enfocarse en toda la acción y en todo lo que es realmente importante y, sin tener la posibilidad de poder perderse en algo secundario o poco importante. Con 800 páginas y pico me esperaba que muchas de ellas fueran de relleno, pero para nada, todo lo que se cuenta y todo lo que aparece en esta novela es muy importante dentro de la trama y para el desenlace de la misma, no hay nada que sobre. Quizás en esto ha tenido que ver que uno de los puntos fuertes de “Winter” ha sido que el escenario cambia totalmente, ya no estamos en la tierra o en la nave espacial de nuestros protagonistas. Podemos conocer aquí por fin en mayor profundidad la Luna de la que tanto habíamos oído hablar, y conocer en mayor profundidad todos los problemas e injusticias que alberga en su interior. Meyer solo tiene un libro para mostrarnos esto, así que no puede andarse por las ramas, tiene que ser concisa y directa.
Para la fluidez de la narración ha tenido mucho que ver que cada capítulo estuviera contado desde el punto de vista de algunos de los personajes que hemos conocido a lo largo de toda esta serie, ha sido la novela más coral de las cuatro que han compuesto estas crónicas lunares. Pero eso ha permitido que todos estos que cada uno de estos personajes haya tenido su momento estelar, que todos hayan tenido su peso dentro de la trama y el desenlace y hayan podido lucirse en algún momento. Quizás a la que he visto un poco más descompensada durante la mayor parte de la narración ha sido al personaje de Cress (pero creo que también tiene mucho que ver el hecho de que sienta debilidad por esta chica), pero a la mayoría de los personajes les he visto muy bien y muy en el estilo en que les hemos podido ver en los libros anteriores en que les hemos conocido. Una de las cosas que más me ha gustado es las relaciones de amistad que se han establecido entre todos, me ha parecido un puntazo (porque realmente me esperaba lo contrario) que la autora no solo se centrase en las parejitas y en el amor, que, obviamente son importantes en estos libros, pero que también desarrollase otros tipos de relación. Además, en este libro vemos a muchos personajes desarrollarse más plenamente que las lecturas anteriores.
Finalmente aquí he podido conectar con la gran protagonista de la historia, el personaje de Cinder , que sin llegar a ser mi favorita me ha caído realmente bien por su tenacidad y su fuerza de voluntad, y lo mismo puede decirse del emperador Kali. Con Scarlet y Wolf, tanto en este libro como en él anterior, no he podido dejar de sufrir en ningún momento, casi su final feliz ha resultado un alivio pese a lo predecible y lo tópico que es, y a que estaba súper convencida de que Wolf iba a palmarla al final (si, como pitonisa no valgo nada). Thorne me me sigue pareciendo uno de los caracteres más carismáticos con los que me he topado en toda esta serie, y su relación con Cress es, definitivamente, mi favorita, aunque con él me pasa lo mismo que con su partenaire: hasta prácticamente el final y esa escena de infarto en el salón del trono, me parece que su personaje pierde fuelle A lo largo de todo el argumento. Jacin, que era uno de los personajes más grises que conocíamos en “Cress” Ha sido el gran descubrimiento de la novela al descubrirse cuales eran sus intenciones detrás de todos sus actos previos y como era su autentica personalidad. Quizás el personaje que más me ha desconcertado ha sido el de la princesa Winter, pero no porque no me haya gustado, es porque me ha quedado la impresión que al haber sido la única la última en aparecer y haber tenido tan solo un libro para desarrollarse, se han quedado ciertos aspectos de ella sin pulir totalmente. Y por supuesto, ni que decir tiene, que Levana ha sido una mala malísima de película hasta el mismísimo final, no poniéndole las cosas fáciles a nuestros protagonistas en ningún momento y dando guerra hasta el mismísimo desenlace. Y todo esto siendo siempre el personaje más complejo, para entenderla bien es importante (y se nota) es importante leer el panfleto “Fairest”, al menos para este libro, ya que ha permitido no dejar que su personaje se quede simplemente en la típica mala narcisista, loca y avariciosa de película, aunque nunca lo haya sido en estas cuatro novelas. Sin duda alguna su enfrentamiento final con Cinder (que como he dicho antes ha sido de vértigo) ha sido la mejor parte de la novela, la tensión podía cortarse con un cuchillo y yo tenía la adrenalina a mil mientras lo leía.
Otras de las cosas que más me ha gustado en esta novela es que Meyer se ha tomado su tiempo para dejarlo todo atado y bien atado, sin ningún fleco suelto. La escritora se ha tomado su tiempo y sus páginas para cerrar cada arco argumental, para aclarar el futuro político y social de Luna y para dar a cada personaje y pareja su final. Y con ello deja cerrado todo de una manera más que satisfactoria. Me ha sido muy agradable encontrar esto porque hay muchas historias no se suele dar que la autora o el autor se tomen tantas molestias para dejarlo todo tan bién cerrado.
A modo de conclusión debo decir que crónicas lunares ha sido una tetralogía que leído con mucho interés y gusto, y que me ha sorprendido ya que me esperaba una historia más simple y edulcorada. Ciertamente hay muchos clichés, y sus personajes, aunque muy bien construidos y perfilados, no dejan de estar inscritos en los roles de la literatura juvenil y, a veces, pecan de simpleza. Pero también es una historia llena de acción y de buenos momentos, contada con un estilo cálido que favorece mucho para cogerle cariño a estos personajes, y con un transfondo histórico y social muy bien construido y que no me esperaba para nada encontrarlo en este tipo de historia. Además tengo que reconocer que me ha encantado el giro la vuelta de tuerca que la doctora le ha dado a los cuentos tradicionales y como los ha insertado en un mundo futurista y espacial, en el que estas princesas se convierten en las heroínas de su propia historia, llevando la voz cantante en todo momento. Y tengo que reconocer que el detalle de que cada parte de los libros estuviera encabezada por una frase del cuento original de los hermanos Grimm en el que cada obra se basaba es algo que me ha encantado también. Realmente creo que si hubiera leído estos libros hace diez u ocho años lo habría adorado con toda mi alma. Ahora me han gustado mucho, me han entretenido, me han dado buenos momentos, y siempre lo recordaré con mucho cariño y como una lectura simpática y agradable. Pero eso es todo. Lo cual no es poco para lo poco que me esperaba de esta sala, que realmente me ha sorprendido para bien.
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