Cress: Las crónicas lunares, 3 de Marissa Meyer
—¿Y si resulta que soy una princesa terrible? Él se encogió de hombros. —La gente de Luna no necesita una princesa. Necesita una revolucionaria. Cinder arrugó la frente. —Una revolucionaria —repitió. Le gustó mucho más que «princesa». |