Joaquín de Marion Olharan
Hay algo de infinitamente sexi en estas escapadas secretas que tanto me revitalizan. No hay nada mejor para los complejos que un hombre que te levanta como si estuvieras hecha de aire y que pierde toda su elocuencia cuando te ve desnuda, pero tampoco hay nada más aterrador, porque tengo miedo de volverme dependiente de esa mirada, que te libera tanto como te aprisiona. ¿Acaso lo que leo en su mirada bastará como para hacer de lo bueno todavía mejor? ¿Acaso es solo un sustituto y el día que Joaquín se vaya a bailar con sílfides que estén a su altura, volveré a mi estado anterior o incluso peor porque habré saboreado un estado que ya no volverá a estar a mi alcance?
|