El único hombre vivo de Mario Gómez Giménez
Pusimos la sirena en marcha, giró el coche hacia la derecha para entrar en la vía y lo condujo a alta velocidad por la Avingunda Colón, saltándose todos los semáforos. Al llegar a la estatua de Colón, volvimos a subir por la Rambla. A mitad de la altura de ese emblemático paseo de Barcelona, cruzamos la zona peatonal con nuestro vehículo para llegar a una de las travesías perpendiculares de esa conocida calle de la ciudad condal.
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