El único hombre vivo de Mario Gómez Giménez
Me parecía increíble. Y, a pesar del miedo y la confusión que comencé a tener, más enganchado estaba a la radio. Supuse que todos tenemos, en el fondo, una parte morbosa que nos pide, cada vez, oír y saber más, por mucha tensión que tengamos.
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